17 noviembre, 2018 / 0 Comentarios ANTIPASTE Por Jone Pensamientos en mi cocina • Recetas Este año, junto con el dichoso cambio de hora, que nos sumerge en la oscuridad demasiado temprano, el invierno ha decidido acompasar al otoño. Y hoy es sábado, un sábado lluvioso, frío y ventoso de primeros de noviembre, que nos ha sumido a todos en una especie de letargo, por lo que hemos tomado por asalto el sofá, junto con la mantita y la película o serie de rigor. Hasta he leido largo rato el libro que me regaló mi hermana por mi cumpleaños y que por hache o por be me había sido imposible empezar. No es un mal plan. Anda que yo en otros tiempos me hubiera quedado en casa. Ni a tiros, me hubieran tenido que atar y bien fuerte por cierto. Y es que en nuestro querido Norte la juventud, es aguerrida, no se arredra por las inclemencias del tiempo. Lógico, existe todo un mundo fuera, que a pesar del frío y de la lluvia, está esperando. Pero…el paso del tiempo se encarga de cambiar nuestras preferencias. Como dijo el gran escritor George Bernard Shaw » La juventud es una enfermedad que se cura con los años». Y yo me siento absolutamente identificada con la frase de Neruda «Nosotros los de entonces ya no somos los mismos». ¡Bendita juventud, mil hurras por ella!. ¡Qué maravillos y acogedora la sensación de sentarnos o tumbarnos en el sofá con la mantita. Y es que aunque fuera haga frío, llueva y el viento golpee la lluvia contra los cristales, no nos importa demasiado. Dentro de unos meses llegará la primavera, disfrutemos mientras tanto de este otoño, que es el presente. No hace demasiado, el dolor físico, causado por una enfermedad fue la protagonista no deseada en mi vida, lo que me hizo entender que la salud es prioritaria, algo que damos por hecho, pero a veces, de repente , la vida se revuelve, sin motivo aparente. Y todo lo demás, se torna secundario. Os aseguro que a partir de entonces, tengo un antes y un después. Cosas que antes no apreciaba, ahora se me antojan maravillosas. Alguna pincelada os dejé en la sección del blog: «UN INSTANTE EN TU COCINA-post; MOMENTO MÁGICO «. Y existe otra lectura más, y es que «este momento», es el momento que importa, disfrutemos de él, independientemente de la lluvia, el frío… No siempre los grandes planes son los mejores, una cena en un buen restaurante está muy bien, sin duda, pero un «antipaste», sin complicaciones, en casa, con amigos, con tu pareja o con tus hijos es «sencillamente» genial. Y en esta tesitura estamos, y la holgazanería que se ha apoderado de todo mi ser, me grita ,» no te muevas, con lo a gusto que estás oyendo llover y tú aquí calentita» pero es que hay que cenar, dichoso estomago. Así que con gran esfuerzo, todo hay que decirlo, abandono durante un instante a mi adorado sofá y a mi querida mantita. Y he aquí que en un ratito me monto este improvisado menú, que por cierto resulta que es algo que no he inventado yo; el «antipaste». Querid@s amig@s puede que algun@s os preguntéis qué significa la palabra, que por cierto es italiana. En principio se trata de un plato que se sirve antes del principal. Lo que nosotros aquí entendemos como entrantes. Es en realidad un aperitivo. En muchas ocasiones y dependiendo de la cantidad se puede quedar en un único plato pero que ofrece múltiples posibilidades. Viene a ser algo parecido a lo que aquí llamaríamos «un picoteo», y por lo tanto, carta blanca a nuestra imaginación. Lo normal es que sea en frío y que incluya verdura como rabanitos, tomate, ya sea este cortado en rodajas y aliñados con ajo picadito y aderezado con aceite de oliva y unas gotas de vinagre o tomatitos cherrys, (los hay de diferentes colores, lo que le aporta a la presentación muchísimo colorido), pimientos, pepinos… Yo siempre incluyo los encurtidos; pepinillos, berenjenas escabechadas, cebollitas, las aceitunas son uno de mis alimentos preferidos, y el queso no puede faltar ya sea cortado en dados, triángulos e incluyo el de untar. Un buen fiambre ya sea jamón, paleta cocida, salchichón, chorizo, cecina,… y latas, como mejillones, berberechos… Lo dicho, lo que más os guste, ya que no existe una norma fija a la hora de poner un alimento u otro y es aquí donde priman vuestras preferencias. Estoy casi segura que en alguna ocasión habéis preparado un menú de características parecidas, algo rápido e improvisado pero igualmente satisfactorio para el paladar. Las aceitunas machacadas son las que más me gustan. Y los langostinos y champiñones al ajillo los caliento instantes antes de servir. Y ahora voy a hacer uso de lo bueno que tiene tener un blog «personal» por lo que este post se lo dedico a mi amiga Mari Carmen, quien por cierto entiende mucho de mantitas, presente y prioridades.❤ Ahí lo dejo. Un beso y hasta pronto. juventudlluvia