09 noviembre, 2019 / 0 Comentarios COMPRAS PRENAVIDEÑAS Por Jone Ideas • Pensamientos en mi cocina No me puedo creer que otra vez la Navidad esté a la vuelta de la esquina. ¡¡¡Si hace 2 días era verano, y hace cuatro estaba guardando el árbol y toda la parafernalia!!!. Otra vez me ha ocurrido lo mismo que el año pasado, me ha pillado por sorpresa. Una especie de dejá vu que empieza a turrarme un poco. Y para mas inri en el mismo centro comercial. De esto dejé constancia en el post del año pasado del 24 de noviembre «NAVIDAD PREMATURA». Fue entrar y darme de bruces con la Navidad. Tengo que decir que fue totalmente inesperado y confesar que hasta me molestó. «Me revelo, no puede ser, no pienso comprar nada, hasta ahí podíamos llegar, cualquier día de estos nos ponen los adornos navideños en el chiringuito de la playa». (Cosa que seguramente ocurre en el hemisferio sur, donde el verano se extiende entre diciembre y marzo). Tales fueron mis pensamientos, palabrita del niño Jesús. Es este pronto nada inusitado en mí, cuando se acercan estas fechas. Pero que se me pasa en cuanto me doy unos cuantos paseos por los pasillos del citado comercio y de todos los de los demás que están a su alrededor, contagiados también por el mismo «espíritu navideño». Evidentemente y por si lo habíais dudado, compré un par de adornos propiamente navideños, amén de unos cuantos puramente decorativos, para la cocina y el balcón anexo a ella. Aquí abajo os dejo la prueba fotográfica de los mismos. Esta galleta navideña cuelga de momento en un estante de la cocina a la espera del desembarco de los demás adornos navideños, cosa que ocurrirá en la primera semana de diciembre. He incorporado algunos adornos a la terracita, que a continuación os detallo… Compré dos farolas con sus bonitas coronas navideñas… ...junto con un estante, y… ...la flecha. Como veis soy muy inquieta; pruebo y cambio los tiestos. Mañana puede que los recoloque otra vez, quien sabe. Por fin encontré un pequeño invernadero… …para proteger a mis minicactus, ahora que el frío y la lluvia azotan a el pequeño balcón. Así reciben toda la luz, pero «calentitos». ¿Veis el cestito, que contiene el oloroso alhelí?… …forman un binomio perfecto… … que adorna mi cocina todos los días… … y que también se vino conmigo. Alhelí: no requiere de muchos cuidados, luz y una tierra abonada con fertilizante orgánico. Riegos moderados. Aguanta bien las temperaturas altas (no mas de 25º, no así el frío, todo un reto para mí que vivo en el norte,donde le saco a la terracita en cuanto veo que el día se presenta cálido y lo meto corriendo cuando el termómetro desciende. Un maravilloso trajín). Es muy bonita para colocar en los balcones. De maravilloso aroma y pequeñas y atractivas flores, que pueden ser blancas, rosas, moradas o lilas, como la mía. Una curiosidad; las flores se pueden usar como decoración en repostería y son comestibles, con un sutil sabor a mostaza y ligeramente picante. Y ya me despido con estas pequeñas compras, que han cambiado la fisionomía de la terracita y que me han hecho muy feliz. Gracias por pasar por aquí. Un beso y hasta pronto.