18 mayo, 2018 / 0 Comentarios LA COCINA DE MARI CARMEN Por Jone Las cocinas de mis amigas “La amistad perfecta es la de los buenos y de aquellos que se asemejan por la virtud. Ellos se desean mutuamente el bien en el mismo sentido” Aristóteles. Yo tengo una amiga desde la infancia. Misma calle, mismo portal, ella en el cuarto y yo en el quinto. Una amistad que el paso del tiempo ha afianzado, hubo épocas en las que apenas nos vimos, la vida se encarga de llevarte por caminos diferentes, el trabajo, los hijos, en definitiva la responsabilidades … pero ese camino paralelo nunca nos ha separado, al contrario, ya podía haber pasado mucho tiempo sin vernos que la confianza surgía de inmediato, como si nos hubiéramos visto el día anterior, como siempre. Seguro que vosotras me entendéis perfectamente porque os ha pasado igual con alguna de las vuestras. Suerte de tener una amiga a la que poder contar todo sin temor a ser juzgada y muchos menos estar segura que lo que cuentas, ahí se queda. Así que a mi valiente amiga la tocado su turno. Mi infancia y ella van de la mano . Su cocina es fiel a su estilo y forma de ser, pausada, inteligente, organizada y pulcra. Deseando entrar en su bonita y funcional cocina. Según entras en su cocina, un alto taburete nos invita a sentarnos mientras que la dueña de la misma prepara la merienda y hablamos. Hablar hace que la rutinaria tarea de cocinar sea más llevadera. La cocina cuenta con detalles, no solo prácticos para cocinar sino que adornan muy sutilmente el centro neurálgico de la casa. LA COCINA. Izquierda y derecha según entras, todo bien alineado, su cocina, sus cosas. Me encanta la puerta de su frigorífico, con muchos imanes, recordatorio continuo de lugares visitados en vacaciones pasadas además de fotos y trabajos de la artista pequeña de la familia y por lo tanto dignos de ocupar un lugar preferente en la cocina. El impoluto fregadero debajo de la ventana. La mesa, testigo muda de nuestras conversaciones. Como buena amante de las infusiones, tiene una gran cantidad de tazas, tacitas y tazones. ¡Qué maravilloso poder sentarnos alrededor la de mesa redonda de su luminosa cocina y hablar, de lo cotidiano, de lo humano, lo divino… conversaciones en las que pasamos de un tema a otro, lo mismo hablamos de ropa, del tiempo,los hij@… y envolviendo las conversaciones, la risa, el bálsamo para todo. Me reitero, ¡el maravilloso arte de charlar! . Mil gracias por ayudarme a continuar con este ilusionante proyecto., y por tus ricas lentejas. Esta era Candace, la bonita gata de la familia, y digo era pues hace poco , de manera inesperada falleció. Me entristeció recibir la noticia pues hacía poco que había estado en casa de Mari Carmen sacando las fotos que ilustran este post. Todavía me parece estar viéndola echada encima de la funda de mi tablet. Aquí aparece apoyada graciosamente en la mesa de la cocina. ¡Hasta siempre Candance! amistadfotosinfanciainfusióntazas