Cocinas Reales

Cocinas de hoy y de siempre

LA COCINA DE NINA

«A la hora de la verdad, es muy poco lo necesario, y eso siempre lo ha sabido el corazón» Olav H. Hauge

Si os gusta el estilo nórdico hoy estáis de enhorabuena con la cocina que os presento y que no puede ser mas representativa de unos de los estilos de mayor calado en todo el mundo. Y es precisamente de este país de donde procede esta cocina abierta al resto de la casa. Con su claridad emana una sensación de refugio y recogimiento que estoy segura os atrapará desde la primera fotografía. El blanco, protagonista principal de la casa, lo enmarca todo y deja que sean los detalles los que realmente hablen dándole a la cocina una identidad propia pero con una suavidad envolvente y sumamente acogedora.

Y flores siempre flores, porque al fin y al cabo ¿qué es una cocina sin flores?

Tengo la intención de hacer un post detallando el estilo nórdico y de hecho así iba a ser, pero tengo que confesar que me ha podido la impaciencia y han sido mayores mis ganas de mostraros la bonita y relajante cocina de Nina, que podéis encontrar en su cuenta de I:G. @patinaheim y que junto con otras fotografías conforman una cuenta preciosa y absolutamente recomendable . Quiero darle las gracias a Nina por su gentileza para conmigo y por consiguiente para con este blog y un enorme abrazo pues ella es enfermera de cuidados intensivos por lo que este post adquiere una especial connotación en estos tiempos de quebranto.

No puedo despedirme sin antes mandaros un abrazo de ánimo en esta dura pugna que estamos manteniendo contra ese maldito virus que tanto dolor nos está causando. No existe nada peor que luchar contra un enemigo que lucha con la ventaja de ser invisible, pero yo mantengo la esperanza que a pesar de las contundentes cifras que cada mañana me encogen el alma saldremos victoriosos así que mantengámonos positivos, ocupados, sobre todo quedémonos en casa, en nuestros hogares, en nuestras cálidas cocinas, tiempo para nosotros, para nuestro núcleo familiar más pequeño, aunque dejar espacio a un poco de aburrimiento no nos viene mal en esta vida rápida que llevamos, parar puede ser reconfortante. De una cosa estoy segura es que de esto saldremos fortalecidos y apreciando en toda su extensión todas esas cosas pequeñas y simples de la vida que siempre hemos dado por supuestas. Un beso grande a tod@s.