22 agosto, 2020 / 2 Comentarios MUFILENAS Por Jone Dulce • Recetas Confieso que no entiendo muy bien la diferencia entre muffins y magdalenas, porque la verdad es que yo siempre las hago de la misma forma y pensaba que quizas la diferencia estribara en algún ingrediente de más como la leche, o tal vez en la temperatura del horno, en las cantidades de harina, azúcar, vete tú a saber. Y auque he buscado en internet a ver si me arrojaba algo de luz, esta busqueda ha sido infructuosa pues no sólo sigo sin saber si las mias son magdalenas o muffins, si no que aunque parezca imposible tengo aún mas lio. En todas y cada una de las recetas que he tenido la santa paciencia de leer, y os aseguro que hay muuuchasss y he leido otras tantas, no he podido discernir ni mediante las cantidades u otras variables si las mías son las magdalenas de toda la vida o los recien llegados muffins de origen anglosajón o americano, que parecen mirar por encima del hombro a nuestras magdalenas de toda la vida y sólo porque les añaden algún ingrediente como chocolate u otras frutillas. Así que querid@s amig@s sigo en penumbras con respecto a la cuestión y sólo me queda esperar a que quizás alguna de vosotras menos heterodoxas en estas cuestiones culinarias que yo, tenga a bien sacarme de la duda. Duda que por otra parte debo decir que le doy la importancia justa, porque no seré yo quien venga aquí a presumir de experta repostera, pues para eso ya existen blogs maravillosos y canales de youtube con verdaderas ingenieras del dulce, sino a contar mi recetita de unas humildes magdalenas, sin más pretensiones que las de endulzar una merienda y si te sobran pues te apañan un desayuno. Las que hoy os traigo llevan moras. La receta de hoy corresponde a unas magdalenas con unas moras compradas a la víspera y que esperaban su turno, todavía lozanas en la nevera Estas tienen nueces Durante la pandemia, la harina y la levadura fueron tales objeto de deseo que llegaron a desaparecer de las estanterias de los supermecados y tiendas de alimentos, por lo que cuando hicieron su aparición, en casa, todo se volvieron magdalenas y bizcozchos. Se hacía imprescindible endulzarnos los días de confinamiento, mientras deseabamos con toda nuestra alma volver a una normalidad que nos permitiera volver a ser libres, libres para salir sin miedo, para abrazarnos, para reunirnos… Estas tienen arándanos y frambuesas. Las podeis hacer solas, yo siempre dejo 4 de las 12 que posee mi molde para mis hijos que no son demasiado golososos y el resto la preparo con la mezcla de moras, aunque podeis hacerlas con arandandos, frambuesas, cerezas e incluso nueces, tanto solas como mezcladas en un verdadero festival de frutos rojos. Magdalenas con nueces A mí me encanta el constrate del dulce con la acides de los frutos rojos. Y sin más preambulos os dejo mi recetita, simple y sin demasiadas zarandajas. INGREDIENTES: 230 grms de harina (especial repostería), 200 de azúcar, 2 huevos medianos, un yogur natural o de limón, 4 cucharada de aceite de oliva virgen extra, un vaso de leche entera ( si teneis semi también sirve) y 5 grs. de levadura. Tanto la leche, como el yogurt y los huevos han de estar a temperatura ambiente. PREPARACIÓN: mezclo en un bol el azúcar, con los huevos y el yogur, los integro bien, y luego el chorrito de aceite y la leche y una vez están integrados todos, tamizo la harina, en tres tandas, pero la incorporo sin agitar demasiado, con movimientos envolventes, luego incorporo la levadura en la ultima tanda de harina, para finalmente incorporar las moras, (por ejemplo) y mezclar también cuidadosamente. Repartir en los moldes de magdalenas. A los envoltorios azules les pongo la masa sin moras (para mis hijos que son un poco tiquismiquis) y a los lilas les pongo previamente una mora y luego les completo con la mezla a la que ya incorporé en este caso las moras masa preparada y… …al horno precalentado y a 200 grados y con cuidado de que no se quemen , en el mio están listas 25 minutos. Y¡¡¡ a gozar!!!… que los placeres simples siempre son los mejores y estas magdalenas van derechas al cerebro, ese que es tan difícil de engañar cuando reclama azúcar. Y ya me despido mis «dulces» amig@s, disfrutad de la recta final de este inusual verano que ya empieza a decaer, dejandonos eso sí unos cielos rojos increíbles y unas lacónicas tardes que hacen que los días parezcan más cortos. Un beso y hasta pronto magdalenas