21 abril, 2019 / 2 Comentarios TORRIJAS Por Jone Dulce • Recetas Queridos cociner@s reales, este post data del 11 de mayo del 2018, cuando el blog tenía poca andadura y yo empezaba tímidamente a publicar mis primeras recetas. Me limité a poner las fotos de estas ricas torrijas con el resultado final, presuponiendo que todo el mundo sabía prepararlas. Craso error según mi amiga Alicia. Y como estamos con los últimos coletazos de Semana Santa y al ser un dulce muy típico en esta época, he decidido actualizarlo detallando la receta para l@s que aún no se han decidido a prepararlas. Son verdaderamente sencillas de hacer, pues en realidad se trata de un dulce de «aprovechamiento», del pan duro que ya no se podía consumir y que de esta manera se le daba una sabrosa segunda oportunidad. Por lo tanto los INGREDIENTES son igual de sencillos: pan de la víspera, huevos, leche, azúcar, miel, canela y por supuesto aceite de oliva. En algunas panaderías venden pan especial para torrijas que puede ser una buena opción. Lo normal es ponerles miel y canela una vez fritas, pero en casa no a todos nos gustan con miel y/o canela, de ahí la sugerencia de las demás coberturas. Así que una vez dicho los ingredientes necesarios paso a daros las nociones necesarias para prepararlas, empezamos: Cortamos el pan en rodajas más o menos gruesas Batimos dos o tres huevos, dependiendo de la cantidad de torrijas que vayamos a preparar. Si nos quedamos cortos es tan fácil como volver a batir más. Sumergimos la rebanada en leche y seguidamente la pasamos por huevo y a la sartén, donde habremos sido generosos con el aceite de oliva. Cuando adquieran un tono dorado intenso, les damos la vuelta y esperamos a que se terminen de freir ( yo en este proceso la aplasto con el tenedor). Una vez fritas las sacamos de la sartén al plato, al que habremos puesto papel de cocina para dejar escurrir el aceite. Podemos quitar el exceso de este, pasándole el papel también por encima. Poniéndole la cobertura de nocilla o nutella. Tod@s l@s que tengáis o l@s que los hayáis tenido hija@s en edad crecedera sabréis la cantidad de pan que se puede llegar a consumir. Y hay días que nos falta, pero otros nos sobra y llegados a este punto y porque la idea de tirarlo no me gusta en absoluto y ya que en casa nos gustan a todos ya que las torrijas son una merienda muy recurrente, sobre todo para mi hijo pequeño al que le encantan aprovecho la ocasión. Azúcar, miel, canela o chocolate. Elegir es solo una cuestión de gustos. Estas son las torrijas de Cesar, al que le gusta el dulce tanto como las flores. No están nada mal, teniendo en cuenta que era la primera vez que lo intentaba. Las torrijas son un ejemplo de como un ingrediente de base tan modesto como el pan, se puede convertir, sin demasiadas florituras, en un dulce espectacular. Estas supremas torrijas son de Emi, que ha tenido la gentileza de obsequiarme esta misma mañana con ellas. Mi amistad no traiciona mi objetividad y puedo decir sin ambages que estaban ricas de verdad. No hay más que ver esta imagen y la de arriba. Ha sido un dulce Domingo de Resurrección. Mil gracias. Y yo mientras tanto sigo por aquí esperando que os haya gustado este post . Un beso y hasta pronto cociner@s reales.